la FIFA dijo este miércoles que se está preparando para emprender acciones legales en Arabia Saudita contra las retransmisiones piratas que muestran ilegalmente los partidos del Mundial.
En un comunicado emitido solo cuatro días antes del final del torneo, el organismo rector del fútbol también pidió a Arabia Saudita y otros países que repriman las transmisiones ilegales.
La decisión de la FIFA se produce después de que fuera instigada por beIN Sports de Qatar a tomar medidas luego de que la emisora dijera que sus derechos exclusivos para mostrar partidos en Medio Oriente habían sido comprometidos por un canal pirata en Arabia Saudita, conocido como betoQ.
"La FIFA ha observado que la entidad pirata llamada 'beoutQ' sigue utilizando ilegalmente la señal de emisión de la Copa Mundial de la FIFA 2018", se lee en el comunicado.
"En consecuencia, la FIFA ha contratado abogados para emprender acciones legales en Arabia Saudita y está trabajando junto a otros propietarios de derechos deportivos que también se han visto afectados para proteger sus intereses".
El comunicado agrega: "La FIFA insta a las autoridades de Arabia Saudita y de los diferentes países donde se han observado estas actividades ilegales a que nos apoyen en la lucha contra la piratería".
El mes pasado, Arabia Saudita dijo que confiscó más de 12,000 dispositivos piratas en el país. BeIN, con sede en Doha, se aseguró los derechos para transmitir los 64 partidos de la Copa del Mundo de Rusia a través de la región del Medio Oriente y el Norte de África (MENA) a 24 países.
Dijo que no había podido llegar a un acuerdo con Arabia Saudita para mostrar los partidos. BeIN afirma que desde el pasado mes de octubre "BeoutQ" -utilizando una señal del proveedor satelital con sede en Riyadh, Arabsat- ha estado transmitiendo ilegalmente sus transmisiones.
Estos han aparecido no solo en Arabia Saudita sino también en Marruecos, Jordania y países más alejados, según beIN. El problema de la piratería surgió en un momento políticamente delicado en el Golfo, con Qatar boicoteado por sus vecinos, incluida Arabia Saudita, en una disputa diplomática y económica de 13 meses.
Qatar ha estado aislado desde junio de 2017, acusado por Arabia Saudita y sus aliados de apoyar el terrorismo y de estar demasiado cerca del archirrival de Riyadh, Irán, acusaciones que Doha niega.
BeIN instó a la FIFA a moverse ya que afirma que no puede obtener representación legal en Arabia Saudita debido al boicot. La disputa sobre la piratería ha colocado a la FIFA en una posición cada vez más incómoda.
Qatar es el anfitrión de la Copa del Mundo 2022 y su aerolínea nacional, Qatar Airways, es uno de los principales patrocinadores del torneo.
Sin embargo, en los últimos meses, la intriga rodeó la relación aparentemente cálida entre el presidente de la FIFA Gianni Infantino y el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman.
Ambos fueron fotografiados juntos en el primer juego de la Copa del Mundo, que los saudíes perdieron por 5-0 ante la anfitriona Rusia. El mes pasado, el jefe de la autoridad deportiva saudita, Turki al-Sheikh, instó a Infantino en Twitter a tomar medidas contra beIN, acusándolo de politizar los deportes.